lunes, 21 de mayo de 2018

El hombre en la era de la comunicación ininterrumpida

El hombre se siente más libre que nunca y se mira más al espejo que nunca (se considera el centro del universo) y no mira más allá, no hace esa búsqueda de la verdad, de la belleza, de la justicia que preconizaba Platón. Y sin embargo, es más esclavo que nunca. Son cadenas casi invisibles, pero le atenazan y le condicionan todo lo que hace y todo lo que piensa.
Estudios recientes indican que hay gente, sobre todo jóvenes, que está más horas conectada (al día) a redes sociales y dispositivos móviles que a la vida real, interaccionando con personas de carne y hueso.
Esta maqueta es una metáfora del mito de la caverna. El hombre encadenado de nuestros días no es consciente de sus “cadenas” y sigue mirándose al espejo y considerando que él es el centro del universo y que es libre de hacer y de pensar lo que quiera. Las cadenas, sin embargo, están ahí, y lo atenazan, de una forma más o menos visible desde todos los dispositivos y redes a los que se conecta sin cesar.

1 comentario:

  1. Interesante tema de reflexión y llamativa metáfora esa del espjo. Me recuerda a lo que Byun-Chul Han (Psicopolítica, 2014) llama la "dictadura de la transparencia":
    "Al principio se celebró la red digital como un medio de libertad ilimitada. El primer eslogan publicitario de Microsoft, Where do you want to go today? sugería una libertad y movilidad ilimitadas en la web. Pues bien, esta euforia inicial se muestra hoy como una ilusión. La libertad y la comunicación ilimitadas se convierten en control y vigilancia totales(...) Los residentes del panóptico digital se comunican intensamente y se desnudan por su propia voluntad. El Big Brother digital traspasa su trabajo a los reclusos" Te recomiendo que hagas algunas lecturas al respecto

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