jueves, 7 de diciembre de 2017

Platón entre redes.



Aquel día fue diferente, me levanté con una sensación de que mi mentalidad había cambiado. Hacía unas semanas que un profesor nos propuso varios temas de trabajo, entre ellos había un tema el cual me llamó la atención. Tras varias semanas adquiriendo información, decidí deshacerme de las redes sociales ya que me veía atrapada en los cánones que la sociedad establece para sentirte integrado de los cuales quería apartarme. Esas apariencias no hacían justicia a mi forma de vida. No logro entender como de la nada hemos creado una fuerte dependencia de los aparatos electrónicos, los cuales llevan consigo la posibilidad de descargar unas aplicaciones llamadas redes sociales que como bien afirma su término, retienen a la sociedad. Compartía la idea de que la autoestima de un individuo se viera elevada por unos me gustas de personas insignificantes,  claramente, la compartía inconscientemente debido a que al ver la realidad ahora ni la comparto, ni la compartiré.



Porque…¿Cuántos me gustas necesitamos para darnos cuenta que en realidad no necesitamos ninguno?. Sin embargo, no desprecio ciertas aplicaciones que pueden resultar útiles para la comunicación, ni tampoco a la prensa periódica que nos informa sobre hechos de actualidad. No, no es eso, me refiero a la parte de la sociedad donde el valor prevalece en unos llamados “influencers” , solamente por que tengan un millón de seguidores. Un tanto apenada me pregunto cómo en el siglo veintiuno nuestra independencia hacia esto  no avanza ,sino que retrocede.





Dejando a un lado las experiencias, el fenómeno de las redes sociales es mucho más complejo que una simple plataforma digital para conectar a individuos. Así como afirma  el gran filósofo y sociólogo polaco,llamado Zygmunt Bauman. Este resalta un término, bastante conocido por nosotros, la soledad. La soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización, debido a que una persona para llegar a ser más independiente acude a las redes sociales para mostar apariencias , y dejan a un lado las habilidades sociales. Estas habilidades son las que nos hacen más humanos , es decir, el arte del diálogo. Además de estar perdiendo facultades, Bauman habla sobre el “Modernismo líquido” el cual hace referencia a nuestra sociedad, aquella  donde nada es sólido. Además añade que hoy nuestros acuerdos son temporales, pasajeros y válidos solo hasta nuevo aviso. Nada es sólido, porque las apariencias de hoy quizás mañana no lo son, y porque la necesidad de aprobación social mediante redes sociales tampoco. Realmente es absurdo esto que sucede pero es la propia sociedad lo que te incita a ello. Tal como comenta Noam Chomsky, una figura clave estadounidense, que pone en duda las redes sociales ya que han construido unas sociedades contemporáneas, explica que la red crea una sensación equivocada de pertenencia y autonomía, sólo se crea una falsa idea de amistad superficial y limitada.



Superficialidad, una palabra conmovedora , es cierto, somos personas superficiales que nos valoramos en opiniones ajenas, que intentamos mostrar lo “bien” que nuestra vida transcurre, y se nos olvida algo fundamental que es la búsqueda de nuestra felicidad y no la apariencia de la misma.



Como diría Platón, hay que compartir el conocimiento, es decir, la verdad debe ser compartida. Esta sociedad en la que nos vemos atrapados por las redes sociales, podrían salir de ella las personas que razonasen desde un punto de vista distinto, como hacen los filósofos, aunque desde mi punto de vista ser filósofo es más una mentalidad que una formación. Esto quiere decir que se liberarían quienes pensaran desde el punto de vista de la razón, que no es más que la simple verdad y que nos llevan a ser personas con libertad. Personas que no se encuentran retenidas por la sociedad llena de condiciones, como  en este caso las redes sociales. ¿Y tú serías capaz de ser una persona libre y salir de esta cueva llamada red social?.  




1 comentario:

  1. Muy bien el planteamiento, estupenda la investigación (Bauman y Chomsky son grandes referencias). Me cuesta más trabajo entender la conexión que estableces con la filosofía de PLatón. El tema de la libertad (¿quién es libre?: ¿quien se siente libre? ¿quien quiere serlo?) es el gran tema de tu trabajo. En la filosofía de Platón hay mucho para poder reflexionar sobre él con profundidad

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